Qué hacer en Niza: 10 Planes Increíbles que Harán Brillar tu Viaje
¿Qué hacer en Niza?
Ubicada en el corazón de la sofisticada Riviera Francesa, Niza es una de esas ciudades que parecen diseñadas para el disfrute. Combina con soltura su herencia histórica, sus playas resplandecientes, un arte que cautiva y una cocina que, francamente, enamora. Si te estás preguntando qué hacer en Niza, la respuesta es simple: mucho. Desde paseos frente al mar hasta mercados que huelen a flores y especias, hay planes para cada tipo de viajero. Y con ese clima mediterráneo que parece envidiado por el resto de Europa, cada visita se siente como un regalo.
El alma de la ciudad se respira tanto en sus adoquines antiguos como en ese horizonte azul que la abraza. Tiene algo de Italia en sus formas, una energía casi bohemia, y una colección de postales vivas que cuesta olvidar. Prepárate, porque explorar Niza es dejarse llevar.
1. Paseo por el Promenade des Anglais
Caminar por el famoso Paseo de los Ingleses no es solo una actividad recomendada; es casi un ritual. Este amplio malecón, que se estira junto al Mediterráneo, invita a moverse sin prisa: en bici, patinete, o simplemente a pie con un café en la mano. Sentarse en una terraza frente al mar y ver cómo cae el sol es uno de esos pequeños lujos que justifican el viaje.
Dato curioso que muchos pasan por alto: la avenida fue construida por ingleses adinerados en el siglo XIX, cansados del invierno. Hoy, sigue siendo uno de los lugares más fotografiados del país, y con razón.

2. Descubre el encanto del Vieux Nice
Entrar al casco antiguo de Niza es como abrir un libro de historia ilustrado. Calles estrechas, fachadas ocres, tiendecitas donde todo parece hecho a mano y un aroma constante a pan recién horneado. La Cathédrale Sainte-Réparate es una parada obligada, pero lo mejor es perderse sin rumbo. A veces, el mejor plan es no tenerlo.

3. El vibrante Cours Saleya
Este mercado tiene algo magnético. Los lunes se transforma en un paraíso para los amantes de las antigüedades, mientras que el resto de la semana explota en colores: flores, frutas, quesos, aceites, y cómo no, la inconfundible socca, esa especie de crepe de garbanzo doradita que se deshace en la boca.
4. Vistas desde la Colina del Castillo
El castillo ya no está, pero la colina que lo albergaba regala una de las mejores vistas de la ciudad. Desde allí, se ve todo: el casco antiguo, el azul del mar, el puerto lleno de veleros, y las colinas al fondo. Hay ascensor gratuito, pero subir a pie tiene su encanto. Eso sí, lleva agua si hace calor.

5. Playas que invitan a parar el tiempo
Niza no tiene playas de arena fina, y eso sorprende a muchos. Pero esos guijarros grises que cubren la costa no restan ni un gramo de belleza al lugar. Hay playas públicas, como la de Beau Rivage, y privadas como Castel Plage, donde puedes alquilar una tumbona y olvidarte del mundo. Un buen par de escarpines puede marcar la diferencia.
6. Museos que no te puedes perder
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Museo Matisse: lleno de luz y color, como las obras del artista que hizo de Niza su refugio.
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Museo Chagall: sus vitrales son poesía en vidrio, y sus obras tienen algo profundamente espiritual.
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MAMAC: ideal si te va el arte contemporáneo con actitud y propuestas provocadoras.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la mejor época para visitar Niza?
Primavera y otoño ofrecen el clima más agradable sin aglomeraciones turísticas.
¿Es un destino caro?
Comparado con París, no tanto. Puedes darte algún lujo o mantenerte con presupuesto moderado sin problema.
¿Se puede visitar Mónaco desde Niza fácilmente?
Sí, está a solo 20 minutos en tren. Perfecto para una escapada sin complicaciones.
¿Es necesario hablar francés?
No imprescindible. Con algo de inglés te manejás bien, aunque aprender unas frases en francés siempre es buena idea.
¿Hay arena en las playas?
No, todas son de piedra. Pero con buen calzado, ni lo vas a notar.
¿Qué hay que probar sí o sí?
La socca, la salade niçoise y el pan bagnat. Son clásicos que cuentan la historia del lugar en cada bocado.
Cierre con sabor a sur
Niza no se visita, se vive. Es un destino que se siente en la piel y se recuerda con todos los sentidos: sol, sabores, vistas y momentos. Ya sea que viajes por el arte, la comida, la historia o simplemente por el placer de estar en un sitio hermoso, sabrás qué hacer en Niza: vivirla con intensidad y volver con una sonrisa. Bon voyage, et à bientôt!